Historia

Corría el año 1992, el día 20 de agosto, la Fiduciaria Central S.A. se constituye mediante la escritura pública número 3271, otorgada en la Notaría 15 del Círculo Notarial de Bogotá. Fueron sus accionistas, el Banco Central Hipotecario, sociedad de economía mixta adscrita al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, la Compañía Central de Seguros S.A., sociedad privada constituida como compañía de seguros, la Caja de Previsión Social del Banco Central Hipotecario, persona jurídica sin ánimo de lucro, la empresa Central de Inversiones S.A., sociedad anónima y mercantil y la Fundación Ejecutiva Central Seguros, persona jurídica sin ánimo de lucro.

 

En octubre de ese mismo año, atendiendo disposiciones gubernamentales respecto al manejo de las fiducias, el Banco Central Hipotecario cede sus derechos sobre el proyecto Ciudad Salitre. El 27 de diciembre de 2002 el Instituto para el Desarrollo de Antioquia – IDEA asume el control accionario de la Fiduciaria con un 94.97%. La actual composición accionaria de la Fiduciaria se definió el 11 de febrero de 2011, cuando la sociedad Administrar Bienes S.A. adquirió la participación accionaria de QBE Seguros S.A. (antes Compañía Central de Seguros S.A.) correspondiente al 2.66%.

Proyecto Ciudad Salitre

Es uno de los más importantes e interesantes proyectos de la ciudad de Bogotá, por cuanto se constituyó en una clara alternativa para producir un espacio urbano generoso, acorde con la intensidad y complejidad de las actividades propias del centro urbano, con el cual el centro histórico no contaba.

En Abril de 1987 el entonces Presidente de la República, Dr. Virgilio Barco Vargas, determinó que la construcción de Ciudad Salitre sería uno de los programas "bandera" de su administración. Esta importante decisión presidencial le aportó al proyecto el apoyo político necesario para crear un espacio de unión de voluntades entre la Nación, el Departamento de Cundinamarca, el Distrito Especial de Bogotá, la Beneficencia de Cundinamarca y el Banco Central Hipotecario, la cual se hizo expresa mediante la suscripción del documento conocido como "Convenio de Participación Interinstitucional para la Ejecución del Proyecto”.

 

Como el alcance de los objetivos de Ciudad Salitre trascendió los límites mismos de Bogotá, el programa general adquirió un significado especial que abarcó no sólo el ámbito departamental, sino también el nacional, el mismo se puede sintetizar de esta manera “En la órbita nacional se pretendió que el Proyecto se convirtiera en un modelo de reordenamiento urbano que, concebido dentro de un marco de desarrollo integral, combinara, eficiente y racionalmente, todos los mecanismos necesarios para ofrecer a sus futuros habitantes los servicios propios de una ciudad autosuficiente, de tal manera que el conjunto obtenido pudiera ser replicable en otras regiones del país”.

Estos intereses fueron representados en la Junta Coordinadora por un Delegado del Presidente de la República, quien a su vez la presidió.

A nivel departamental, el hecho de ser la Beneficencia de Cundinamarca la entidad titular de los derechos derivados de la gestión fiduciaria, convirtió a sus beneficiarios, que constituyen el segmento más pobre y desprotegido de la población, en los verdaderos destinatarios de los recursos económicos que generó la ejecución del proyecto, produciendo una clara redistribución de ingresos.

Estos intereses fueron especialmente protegidos en el seno de la Junta Coordinadora por el Gobernador del Departamento, por un miembro de la Junta General de la Beneficencia y por el Síndico Gerente de la Beneficencia de Cundinamarca.

Específicamente para Bogotá, la ejecución del Proyecto Ciudad Salitre complementó su malla vial en un sector de gran importancia, generó gran número de empleos permanentes, ofreció servicios no sólo para El Salitre sino para todo su contorno, produciendo así un evidente reordenamiento urbano, convirtiéndose así en un factor muy importante dentro del programa de recuperación del centro. Estos efectos y objetivos fueron amparados en la Junta Coordinadora por el Alcalde Mayor de Bogotá, o por su delegado.

La importancia tanto de la celebración del Convenio de Participación Interinstitucional como la de la creación de la Junta Coordinadora, fue mucho más allá, en efecto, una vez acometidas las diferentes etapas preliminares del Proyecto e iniciada su ejecución, la permanente colaboración de las cabezas de la administración pública, en sus diferentes niveles permitió encontrar, en la práctica, el apoyo necesario para salvar los obstáculos que, en circunstancias normales, suelen presentarse por el hecho de que las relaciones entre los empresarios y la administración pública se efectúan a nivel de mandos medios.

Para dar cumplimiento a lo previsto en el Convenio de Participación Inter-institucional, el 5 de Junio de 1987 se celebró un contrato de Fiducia Mercantil entre la Beneficencia de Cundinamarca, propietaria de los terrenos, y el Banco Central Hipotecario, para que este último se encargara de la ejecución, promoción y venta del Proyecto Ciudad Salitre. La firma del acuerdo contractual permitió, entonces, dotar al Proyecto de los mecanismos administrativos necesarios para ser desarrollado, toda vez que la estructura, la experiencia técnica y operativa, y las posibilidades financieras del Banco, hacían que fuera ésta la entidad idónea por excelencia, para asumir la responsabilidad que implicaba la ejecución de tan ambicioso programa.

Dentro de los compromisos que asumió el Banco, adicionales a las que son propias de la naturaleza misma del contrato firmado y a las que se derivaron del tipo de actividad asumida, cabe destacar la facilitación, con cargo al patrimonio fiduciario autónomo de los recursos indispensables tanto para la elaboración de los diseños urbanísticos y de infraestructura urbana, como para la materialización de dichos diseños en las obras de urbanismo necesarias para adecuar los terrenos. La promoción, durante la ejecución del Proyecto, de la participación activa tanto de los empresarios del sector privado de la construcción como la de los recursos de las entidades involucradas en el manejo del sistema de ahorro y vivienda, proponiendo y adoptando mecanismos que permitieran a la Beneficencia, en su doble calidad de fiduciante y beneficiaria, participar en la plusvalía económica que pudiera generar el avance progresivo de las obras, igualmente, realizó de manera diligente todos los actos necesarios para el logro de los fines de la fiducia, brindando la rentabilidad deseada al patrimonio fiduciario y procurando el mayor beneficio social posible.

En octubre de 1992, y atendiendo disposiciones gubernamentales respecto al manejo de las fiducias, el Banco Central Hipotecario cedió sus derechos sobre este proyecto a la Fiduciaria Central S.A., entidad que continuó la labor emprendida, ajustándose a las mismas premisas generales iniciales. Finalmente, en 1996 se inauguraron dos de los proyectos de Ciudad Salitre que hoy son iconos de la vida cotidiana de la ciudad, el Centro Interactivo de Ciencia y Tecnología Maloka y el Centro Comercial Salitre Plaza.

En los últimos años este proyecto ha avanzado hasta donde lo hacen posible los terrenos disponibles, ha dado paso al desarrollo del sector hotelero con la llegada de cadenas como Marriot y Holiday Inn y al desarrollo del sector empresarial a lo largo de la Avenida el Dorado, contribuyendo de esa manera a hacer de él, el nuevo centro empresarial y habitacional de la ciudad.